Presentamos el caso de un paciente con un cuadro de disección aórtica aguda, en el cuál las técnicas de imagen cardíaca, primordialmente la ecocardiografía y la angiotomografía cardíaca, permitieron un diagnóstico y tratamiento precisos para alterar de manera positiva el pronóstico del paciente.
EL CASO:
Se trata de un paciente de 43 años, conocido portador de hipertensión arterial, sin control médico adecuado, que se presenta al servicio de emergencias por cuadro de dolor abdominal persistente (2 días atrás la queja fue de dolor a nivel de la espalda); previamente fue valorado por gastroenterólogo, se le indica un ultrasonido de abdomen, y se le documentan hallazgos consistentes con disección de aorta abdominal (ver figura #1).
Al ingreso a emergencias, se documentó con hipertensión arterial severa (220/110 mm Hg), sin evidencia objetiva de daño a órgano blanco.
En vista de la historia clínica del paciente, los hallazgos clínicos y el diagnóstico presuntivo, se decide realizar los siguientes estudios diagnósticos:
Electrocardiograma:
• ritmo sinusal, con alteraciones inespecíficas de la repolarización; sin evidencia de arritmia ventricular, o signos de isquemia aguda (ver figura #2).
Ecocardiograma transesofágico 2D-3D:
• se evidencia con claridad la presencia de “flap” de disección muy móvil, a nivel de la raíz de aorta y aorta torácica ascendente (ver video #1, #3), así como la extensión de la disección a la aorta torácica descendente (ver video #5, #6).
• leve derrame pericárdico, evidenciado a nivel del seno transverso (ver video #2).
• adicionalmente, la válvula áortica muestra insuficiencia central, al menos moderada (ver video #4).
• la fracción de eyección del ventrículo izquierdo se encuentra conservada, y no hay alteraciones regionales de la motilidad (ver video #4).
• ausencia de dilatación de la raíz de aorta (máximo diámetro: 39 mm, a nivel de los senos de Valsalva).
Angiotomografía toraco-abdominal:
• evidencia de disección aórtica que se extiende desde la porción ascendente de la raíz de aorta, hasta la bifurcación de las arterias ilíacas (ver video #7, y figuras #3 y #4).
• ausencia de compromiso del flujo de las arterias coronarias y renales.
• ausencia de dilatación significativa de la aorta a todo nivel (torácica y abdominal).
En vista de los hallazgos, se decide llevar a cirugía cardíaca de emergencia, confirmando lo descrito en los estudios de imagen cardíaca (ver figura #5), y posteriormente llevando a cabo la reparación concerniente a la disección de aorta ascendente, que consistió en la sustitución de la aorta con un tubo valvulado (procedimiento de Bentall-De Bono), con reinserción de los ostium coronarios, más la sustitución protésica de los vasos supra-aórticos correspondientes al tronco braquiocefálico y a la arteria carótida izquierda, con prótesis bifurcada (ver figura #6). La cirugía transcurrió sin mayores complicaciones, al igual que su estancia en la unidad de cuidado intensivo para el respectivo cuido post-operatorio. Fue egresado sin mayor contratiempo, a la espera de la colocación electiva de una endoprótesis aorto-ilíaca bilateral, como tratamiento de la disección de aorta descendente remanente.
Mensajes claves
• La incidencia reportada de disección aórtica es ampliamente variable, desde 3 hasta 16 individuos por cada 100.000, por año.
• La disección aórtica aguda afecta con mayor frecuencia a la aorta ascendente (58% de los casos). 2/3 partes de los casos de disección aórtica aguda son tipo A, y 1/3 de los casos tipo B.
• La fisiopatología de la disección de aorta se explica de forma gráfica en la figura #7.
• Los factores de riesgo que aumentan la posibilidad de disección aórtica son los siguientes:
- válvula aórtica bicúspide.
- coartación de aorta (operada o no operada).
- síndrome de Marfan.
- síndrome de Loeys-Dietz.
- síndrome vascular de Ehlers-Danlos.
- enfermedades heredables de la aorta torácica no sindrómicas.
- síndrome de Turner.
- embarazo.
- hipertensión arterial, especialmente si el control es inadecuado (como en nuestro caso).
- dislipidemia.
- fumado.
- apnea obstructiva del sueño.
- -enfermedades autoinmunes (enfermedad de Takayasu, enfermedad de Behcet, arteritis de células gigantes).
- enfermedades infecciosas (sífilis, tuberculosis).
- intervención percutánea con catéter.
- manipulación quirúrgica de la aorta (aortotomía).
- sitios de anastomosis o aortoplastía.
- ejercicios isométricos de alta intensidad, levantamiento de pesas, maniobra de Valsalva.
- trauma por desaceleración.
• las técnicas de imagen ideales para el diagnóstico de disección aórtica aguda son: la angiotomografía (en pacientes estables), y el ecocardiograma transesofágico (en pacientes inestables: dolor muy severo, hipotensión arterial, taquicardia, taquipnea, cianosis, choque, o la combinación de varios factores).
• La clasificación de los diferentes tipos de disección aórtica se explica en la figura #8.
• La cirugía inmediata es el “gold standard” en la mayoría de los pacientes con disección aórtica torácica tipo A; esta decisión debe estar basada en la complejidad de la reparación, durabilidad, y riesgo de muerte, especialmente en pacientes agudamente inestables. La resección o cierre de la ruptura intimal es el elemento clave para asegurar un buen resultado.