El equipo, siempre el equipo

Sin duda alguna el conmemorar el vigésimo aniversario del nacimiento de la Revista Costarricense de Cardiología es un reconocimiento a que una buena idea plasmada en un mejor proyecto en las manos de un equipo adecuado de Cardiólogos puede llegar a ser realidad y con mucha dedicación, perseverancia, talento, fuerte convicción y suficientes recursos, se puede llegar lejos en el tiempo y tener una influencia positiva sobre muchos colegas.

Mirar hacia atrás para ver que se hizo sirve solamente si es para planear el futuro, cuando lo hacemos vemos lo bueno, lo malo y lo feo, lo primero para repetirlo o mejorarlo, lo segundo para aprender la lección de que esa no era la manera de hacerlo y lo último para reconocer que a pesar de nuestro empeño de que todo esté bien, existen múltiples variables que se presentarán para ir en la dirección opuesta.

Los festejos son siempre en tiempo presente, para reconocer a los actores involucrados en la tarea y darles las gracias por haber estado en el lugar y tiempo correcto y cumplir bien su rol, de ello todos nos hemos beneficiado, todos hemos aprendido algo y todos deberíamos de comprometernos a seguir adelante para que ésta buena revista científica cumpla con sus objetivos año con año.

El trabajo en equipo con un buen líder es la clave, convencido de que en Costa Rica y el resto de la región de Centroamérica y El Caribe hay talento suficiente para alimentar muchas páginas de experiencias en el campo de la Cardiología moderna.

Al final, citando la letra del tango “Volver”, de 1935 cantado por Gardel donde dice: “Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien. Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada…..”, me da el ánimo de mirarlos de frente a todos Uds. y decirles desde lo más profundo de mi corazón, gracias por creer y apoyarnos cuando empezamos este camino en septiembre de 1999.

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