Dr. Edwin Manuel Alvarado Arce1
1. Jefe del Servicio de Cirugía de tórax y Cardiovascular; Hospital México; Caja costarricense de Seguro Social.
Si usted está en la búsqueda de un hombre fructífero, busque al hombre ocupado, ya que los otros no tienen tiempo.
Dr. Paul D. White, médico héroe de la primera Guerra Mundial (1914)
La celebración del medio centenario del Hospital México es un evento de gran algarabía y ha permitido compartir los innumerables logros alcanzados por este centro de atención de salud. Como Jefe del Servicio de Cirugía de Tórax y Cardiovascular, en representación de sus miembros, con gran orgullo y honor reseñaré algunas eventos históricos del servicio, que sirven para recordarnos lo que significa nombrar las siglas de la C.C.S.S., no solamente en el ámbito nacional, sino mas allá de nuestras fronteras: Caja Costarricense del Seguro Social, institución creada en los años 40 por costarricenses visionarios. Alrededor de 1958-1959, las autoridades de la incipiente institución forjaron el proyecto de construcción del hospital en un fértil terreno con aroma a jazmín de la flor del café, conocido como la “finca de la Caja”, en las afueras de San José, con el objetivo de ampliar la cobertura de atención para la población que, entre 1968 y 1969, rondaba los 1.8 millones de habitantes.
El Servicio de Cirugía de Tórax y Cardiovascular nace desde el primer momento en que se gesta la planificación de la edificación del Hospital México en la década de los años 60, a cargo de Don Benito Coquet, uno de los directores del Instituto Mexicano de la Seguridad Social, que aportó la logística, la asesoría técnica y administrativa, en conjunto con funcionarios costarricenses. Desde la inauguración del Hospital México, el 1º de setiembre de 1969 (Figuras 1 y 2), un grupo de médicos especialistas liderados por los Dres. Dr. Longino Soto Pacheco, Rolando Zamora Merino y Rodrigo Gutiérrez Aguilar, comenzaron a intervenir pacientes con enfermedades de origen congénito, seguido de cardiopatías adquiridas, tales como las valvulopatías y la enfermedad de las arterias coronarias, utilizando las técnicas quirúrgicas novedosas, en articulación con los demás departamentos y servicios del hospital.
La apertura del primer Laboratorio de Cirugía Experimental fomentó el desarrollo de habilidades, destrezas y conocimientos en los aspectos anatómico-fisiológicos de la patología quirúrgica del corazón, así como el perfeccionamiento de técnicas avanzadas tales como toracotomías, resección de tumores, tratamiento quirúrgico de lesiones tuberculosas y de bronquiectasias y la colocación de los primeros marcapasos permanentes endovenosos en Centroamérica y el Caribe. Esta vasta experiencia pronto se fue plasmando en publicaciones en revistas académicas de renombre nacional e internacional; en 1973 se publicó una de las primeras experiencias en América Latina en cirugía de revascularización coronaria y los primeros “by-pass” con arteria mamaria interna, este trabajo fue realizado por el equipo conformado por los doctores: Longino Soto Pacheco, Rolando Zamora Merino, Alfredo Lara Soto, Rodrigo Gutiérrez Aguilar y Rodrigo Altman (Figura 3).
El servicio se convirtió en una verdadera escuela universitaria; en él se han formado muchos médicos de diversas regiones de América Latina y de otros continentes; y han pasado por sus ámbitos cientos de médicos, estudiantes de grado y de postgrado, profesionales en enfermería, microbiología y farmacia entre otros.
Entre los años 1970 y 1980 se incorporaron cirujanos con formación académica en el extranjero, como el Dr. Juan Pucci Coronado, el Dr. Gerardo Mora Badilla y el Dr. Carlos Salazar Vargas; el Dr. Rolando Zamora Merino (Q.d.D.G) falleció en un fatídico accidente aéreo en 1978 en las cumbres del Cerro Zurquí luego de valorar pacientes en Limón. Se agregaron nuevas técnicas tales como la resección de tumores del mediastino, la colocación de marcapasos cardiacos en niños, el implante de válvulas biológicas porcinas, la intervención de cardiopatías congénitas complejas –como la coartación de aorta- y las primeras resecciones de mixomas cardiacos en Costa Rica en los años 80, bajo la asesoría del Dr. E.J. Zerbini, pionero de la medicina Brasileña; decenas de trabajos científicos, muchas veces premiados, documentan casos con hasta 17 años de seguimiento.
Se sumaron otros médicos como el Dr. Edgar Méndez Jiménez, el Dr. Eduardo Induni López, el Dr. Asdrúbal Cortez Valerio y el Dr. Edwin Manuel Alvarado Arce. En marzo de 1991 se realizó primer trasplante cardiaco al señor campesino Juan Rueda (Figura 4), marcando un antes y un después en la historia de la medicina costarricense, colocando a nuestro hospital y a la Seguridad Social de Costa Rica, en los titulares de la prensa nacional e internacional; este hito histórico fue seguido dos meses después por el segundo trasplante, realizado a la Sra. Blanca Vega, cuya sobrevida de 27 años constituye una excepción mundial. En 1998 visitó el servicio el Dr. Cristian Barnard (Figuras 5 y 6), quien realizó el primer trasplante cardiaco de la historia en un Hospital de Cape Town, en Sudáfrica y reconoció la calidad científica y humana del servicio. Se sumaron nuevos avances como el perfeccionamiento en las técnicas circulación extracorpórea, realización de cirugías en salas híbridas o la intervención de aneurismas aórticos. También recibimos la visita del Dr. Michael DeBakey de la Universidad de Texas (Figura 7), leyenda de la cirugía cardiovascular en el mundo, llevándose una buena impresión del servicio. La creación del posgrado en Medicina Torácica y Cardiovascular y en Medicina Extracorpórea vino a contribuir aún más a la labor académica, consolidando la formación de muchos médicos jóvenes.
Después de cinco décadas de servicio, la frase del Dr. Theodore Billroth (1859): “solo aquellos que están familiarizados con el pasado están capacitados para progresar en el futuro” cobra vigencia; la satisfacción por la labor realizada por cientos de personas que han recorrido los pasillos del Hospital México y el haber compartido sus enseñanzas con esmero en este centro de atención humanizada, solidaria y equitativa, ha beneficiado a miles de pacientes, honrando las palabras de la Madre Teresa de Calcuta: “Debemos dar siempre lo mejor de nosotros y lo mejor vendrá”. En 2019 se cerró con broche de oro la celebración de su 50º aniversario con la declaración de “Institución Benemérita de la Patria” en la Asamblea Legislativa con voto en pleno.
Recibido 05 de mayo de 2020.
Aceptado 12 de mayo de 2020.