Los niveles elevados de lipoproteína (a) [Lp(a)] han demostrado ser un factor independiente, causal de enfermedad cardiovascular aterosclerótica y de estenosis aórtica. A pesar que se estima que niveles elevados de Lp(a) pueden afectar aproximadamente al menos 1 de cada 5 individuos, es un elemento poco utilizado en la práctica clínica y usualmente solo se solicita rutinariamente en centros especializados. No obstante, su rol en la cardiología preventiva está bien establecido y ha tomado mayor relevancia en la práctica actual, publicaciones científicas y guías internacionales. Su descubrimiento se remonta el año 1963 por el genetista Kare Berg, quien buscaba nuevos componentes de histocompatibilidad Rh y de forma fortuita analizó la sangre de un paciente con Lp(a) elevada. Posteriormente logró identificar pacientes con elevación plasmática de Lp(a) y los llamó inicialmente como pacientes Lp(a) positivos y Lp(a) negativos.
EKG del mes: en esta sección de la revista revisamos los casos electrocardiográficos más interesantes con un análisis clínico por el Dr. Luis Diego Solís electrofisiólogo.